Derechos de l@s niñ@s
Primera Declaració de Drets de l’Infant. Janusz Korczak
■ l’infant té dret al respecte.
■ l’infant té dret a gaudir de les millors condicions per a la seva creixença i el seu desenvolupament.
■ l’infant té el dret a viure en el present.
■ l’infant té dret a ser ell mateix, ella mateixa.
■ l’infant té el dret a l’error.
■ l’infant té el dret a ser pres seriosament.
■ l’infant té dret a ser apreciat per allò que ell és.
■ l’infant té el dret de desitjar, de demanar, de reclamar.
■ l’infant té el dret a tenir secrets.
■ l’infant té el dret a una mentida, una equivocació, un furt ocasional.
■ l’infant té el dret que hom li respecti els seus bens i el seu pressupost.
■ l’infant té el dret a l’educació.
■ l’infant té el dret a resistir les influències educatives que entrin en conflicte amb les seves creences.
■ l’infant té el dret a protestar contra una injusticia.
■ l’infant té el dret a un Tribunal d’infants on ell pugui jutjar i ser jutjat pels seus iguals.
■ l’infant té el dret a ser defensat en un Tribunal de justícia especialitzat en la infancia.
■ l’infant té el dret a què hom li respecti la seva tristesa.
■ l’infant té el dret de conversar íntimament amb Déu.
■ l’infant té el dret a morir prematurament.
Declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.
Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.
El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.
Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.
Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.
El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.
El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.
No será objeto de ningún tipo de trata.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
El niño debe ser protegido contra las prácticas qeu puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole.
Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.